Nace el bebé, una ‘coshita’ linda. Lo quieres abrazar y besar, revisas que este completo, que este sano. Lo limpian, le hacen su chequeo y te lo llevan. Y viene la primera indicación médica con respecto a su cuido, debes amamantarlo. Te sacas la teta y se la pegas y aun cuando es doloroso, te resulta satisfactorio pensar que le estas dando el mejor alimento y que tu hij@ crecerá sano.
Y es que, si bien es cierto que defiendo el derecho de las mujeres de elegir sobre si quieren o no amamantar, y de paso que yo no creo volver a hacerlo, confío en que es real que “la leche materna es el mejor alimento para el lactante”. El problema, es todas las mentiras o cosas que no te dicen sobre este proceso.
Peor aún que socialmente se te recrimine el hecho de sacarte la teta y darle de comer a tu hij@. A nivel mundial, el amamantar en público es un delito social. Te dicen que sos una exhibicionista que no tener pudor, ni vergüenza alguna. Todo porque te sacas una teta con el fin de darle de comer a tu hij@.
Hay incluso países con normativas sobre el amamantar en público, y espacios públicos que prohíben ese acto de amor, aunque como país no existan normativas. Supongo que sus mentes retorcidas solo pueden ver las tetas como objetos sexuales y les incomoda ver a un ‘bebé lujurioso saciándose de ellas’, aunque en la calle se exhiban decenas de anuncios con las tetas peladas.
A eso sumémosle, que una tiene que continuar con su vida, son pocas las mujeres que tienen la ‘dicha’ de dedicarse únicamente al cuido de sus hijos. La gran mayoría debe salir a la venta, al médico, al banco, al mercado, etc., y cargan con sus hijos en brazos. Lo practico es que si ellas optaron por dar el pecho, sacarlo y darle de comer a sus hij@ sea lo más natural. Hacerlo en un lugar cómodo, no en un baño. No me imagino comiéndome un puyazo en un baño. ¡Que asco!
En lo personal creo que es un tema de clases sociales. Por ejemplo, cuando Dante tomaba la teta, recuerdo haber recorrido el Oriental y el Mercado de Masaya con la teta pelada y Dante pegado al pezón. Nadie dijo nada. Mientras en Metrocentro me recriminaron por hacerlo, me amenazaron con sacarme y me lanzaron miradas lascivas y condenatorias. A mí me resbaló.
En fin, aquí una serie de tips para esas mujeres madres que han decidido darle el pecho a sus hijos y se enfrentan a esos prejuicios.
- Levántate la ropa desde la cintura.
- Evita desabrochar la ropa desde arriba.
- Lleva fulares, chales o toquillas.
- Usa camisetas de lactancia.
Esos los consejos correctos, pero el incorrecto que como madre te doy es: dale de mamar dónde te lo pida, sin miedo, sin prejuicio, no tengas pena, que te valga lo que diga la gente. Al final el acto de amamantar es un acto de amor, cuidas de la salud de tu hijo y cuidas de tu salud.
Que se avergüencen los que orinan en público. ¡Degenerados!
En la foto: La periodista Rotsen López Rodríguez, y su hijo Mauro Potosme, a quien le da el pecho cada vez que lo demanda. En privado o en público lo da «con libertad».
Texto de Maryórit Guevara (Madre Insurrecta)
No estoy en contra de amamantar en público, la cuestión es hacerlo de modo que no se vea la chicha, no porque se vea feo sino para no tentar a los hombres. Al menos a mí se me viene a la mente querer ver la chicha, pero también me siento intimidado y me da pena yo no hallo para donde voltear al ver que se saca la chica así nomás sin pena alguna. Esto provoca el morbo en muchos hombres, los mismos que luego critican ácidamante, según comentarios de muchos varones les parece que a la madre le gusta exhibirse o quiere llamar la atención, surgen comentarios de otros que la madre desea es hombre al hacer eso, que es promiscua o tuvo vida desordenada y la continúa.
Tambien amamante a mis hijos con total libertad, sin restricciones, creo que me pase tantito, porque los amamante 3 anhos, pero valio la pena, es lo mejor para los chavalos y chavalas.