Esta semana, he leído, una cantidad de noticias sobre abuso sexual y violación y estoy preocupada.
Es obvio que los depredadores están asediando (a sus víctimas) en la casa, la escuela, la calle, el parque y ahora las redes sociales. Están en todos lados, entonces me pregunto: ¿cómo protejo a mi hijo?
Las noticias me tienen traumada, con decirles que este martes me desperté a medianoche (00:22) tras una pesadilla. En el sueño mi hijo se me desaparecía, lo buscaba y lo encontraba tirado sobre una cama y llorando. Un hombre a su lado lo había abusado. Maté al hombre y luego desperté. Estaba asustada, agitada y con un miedo terrible. Luego me puse a reflexionar y de ahí que nace esta entrada.
El abuso sexual nunca se supera. No deja heridas visibles (aunque a veces si) pero nunca, nunca se supera. Es una carga para la víctima que siempre se cree culpable, que dio paso a ese abuso, que pudo detenerlo. Pero también que se cuestiona porqué nadie le ayudó y la (lo) defendió. Es un proceso largo que para sobrellevarlo se debe abordar con especialistas.
La mayor parte del tiempo veo que las personas se creen ajenas a esta situación. No se si saben, pero las estadísticas revelan que los abusadores están muy cerca hasta en ‘el hogar’; padres, abuelos, tíos, hermanos y hasta maestros podrían ser; incluso hasta tías, madres, porque hay casos de mujeres que han abusado sexualmente de niños o niñas.
Algunos tips desde mi experiencia
No soy experta en el tema, solo he leído bastante y sobre esos conocimientos quisiera darles algunos consejos.
- Hablen con sus hijos. Háganlos sentir importantes, denle confianza para que no les oculten nada, menos si llegara alguien a amenazarlos. El depredador suele amenazar y se aprovecha de la distancia entre hijos y progenitores.
- Respeten su cuerpo. Y enséñenle a cuidarlo. No le hagan tocamientos ‘de juego’ (que son abuso) de sus partes. No los pongan a bailar como adultos el ‘perreo’. Díganles que NADIE debe tocarlos.
- Hablen sobre los peligros del mundo. A mi hijo se lo gráfico de esta forma: «en el mundo hay personas buenas y personas malas. Las personas malas hacen daño, pero ninguna persona mala tiene más poder que tu madre», por si acaso alguien lo amenazara con matarme si me cuenta algo. De hecho, hoy me llama ‘mami poderosa’.
- Eduquemos con el ejemplo. Es bien complicado porque es estar bajo una lupa, pero al menos enseñemos que la mentira no es buena y que es mejor hablar con la verdad, te aseguro que lo salvará de muchos problemas.
- No hagamos dramas por cosas pequeñas porque al hacerlo enviamos un mensaje que todo esta mal, eso nos distancia de nuestros hijos quienes nos comienzan a ver con miedo. Ese miedo hará que no confíen en ti.
- Tengamos siempre en mente que nadie inventaría una mentira de este tipo. El estigma de la violación te marca de por vida. Si llegará a suceder, no dudes de tu hijo (a).
- Y el último, tampoco tengan sexo frente a niños o niñas. Es ignorante la persona que cree que un niño no entiende. La niñez es la etapa de mayor aprendizaje. Las/los niños repiten lo que ven y hacen las otras personas. Tener sexo frente a tus hijos los pone en mayor riesgo ante los depredadores. Y además, es un delito.
Y madres, por favor, se los pido, no seamos cómplices. Me puso muy triste el caso del profesor de la Escuela Aldea S.O.S, procesado por el delito de ‘ACOSO’ contra una niña de 10 años. Y en el cual, la esposa del acosador, dice que asumieron los hechos porque están cansados del juicio. Es decir, aún asumen es inocente cuando en realidad existe una cantidad enorme de pruebas que señalan lo contrario.
Ya bien lo dijo Cersei Lannister en la famosa serie Juegos del Trono: «Cuanta más gente ames, más débil serás. Harás cosas por ellos que sabes que no debes hacer. Pasarás por idiota para hacerlos felices y mantenerlos a salvo. Solo ama a tus hijos. En eso, una madre no tiene elección».
Así que madres, mujeres, esposas, dejen de defender a esos violadores y abusadores. Un hombre de ese tipo es carga y karma en tu vida. Pero también, no seamos insensibles ante el drama de los otros. Si sabemos de algún caso, vamos y denunciemos. Es un deber ciudadano cuidar de nuestra niñez.
Texto de Maryórit Guevara (Madre Insurrecta)