La noticia ha causado revuelo, más que la ONU suspendiera operaciones humanitaria en Siria. Capaz ni saben qué pasa en Siria, pero saben que Brad Pitt y Angelina Jolie, se van a divorciar. El karma golpeó a la ‘roba marido’.
¡Oh Dios, pero que pasa en el mundo!, parecen haber gritado al unísono o bueno desde las redes sociales. En lo personal me vale una hectárea de zacatal. Pero retomo el tema debido a las reacciones. Se han producido una cantidad de gifs dónde aparece Jennifer Aniston, feliz y cantando ‘victoria’ porque Pitt ‘deja a Jolie’. Porque además olvidan que ¡es Jolie quien pidió el divorcio!
Gifs producidos desde escenas de la serie Friends, porque recordemos que Anniston esta feliz con otra pareja, pero parece que el mundo no olvida. Y no olvida la infidelidad, no de Bradd Pitt, sino de Jolie, porque Jolie es una ‘roba marido’, porque resulta que el inocente pobre hombre, ingenuo de Brad Pitt cayó en las sucias redes de Jolie cuando grababan la película Sr. y Sra Smith, momento en el que aún estaba casado con Anniston.
Es la trama del culebrón que Hollywood vende en esta semana. Es la misma trama que aparece en la cantidad de novelas que vemos a diario en los canales nacionales, pero también, es la trama con la que nos topamos diario en nuestras vidas. Si porque anda tanta roba marido suelta que entonces a las casada les toca marcar como perros a sus hombres. Su propiedad más valiosa.
Esas mujeres son astutas ladronas que hacen de todo para que esos inocentes machos caigan en sus camas. Ellas, usan cualquier tipo de artilugios para que esas ‘ovejitas de Dios’ caigan en sus cochinas, asquerosas y puercas garras, porque esas ovejitas no tienen criterio y no pueden discernir. ¡Ven un culo, unas tetas y una vagina para penetrar y se vuelven locos!
Ya bien le paso a la pobre esposa de Matagalpa que en la sin remedio denuncio con mantas a esa mujer que le andaba echando los perros a su maridito, su hombrecito, su machito. Esa perra en brama, malvada, cruel, que no pensó en que estaba destruyendo un hogar. Esa ofrecida, calzón flojo, zorra, puta, que quería romper la tranquilidad de un hogar cimentado sobre la base de la FIDELIDAD.
Y aquí vuelvo con el discurso. Una vez más son las mujeres culpables y me pregunto: cuando estamos en pareja ¿quién es la persona que nos promete fidelidad?, ¿nuestra pareja?, si verdad, es nuestra pareja, entonces porque venimos con una sarta de ofensas y acciones contra las otras mujeres. Y no me salgan con la gran paja de que ‘l hombre propone y la mujer dispone.
Me cansa esa actitud pasiva en la que ubican a las mujeres como culpables, pero además, la disculpa sobre las acciones del hombre. Y lo peor creer que son propiedad. Nadie le pertenece a nadie. En mi caso, me separé por violencia, tenía sospecha que él tenía una relación paralela y lo confirmé una semana después de la separación. No sé si ella sabía que él era casado, tampoco me interesó, ya me había separado. Pero les pregunto: ¿a quién le reclamamos? ¡Vamos, ustedes pueden, piensen!
Una que conoce los placeres del cuerpo no podría juzgar una infidelidad. Creo es natural, dejémosno de mojigaterías. En este mundo nadie es santo, ni santa. Y dejemos de tirar piedras. Trato de comprender a esas mujeres, que han dedicado su vida a sus parejas el dolor que deben sentir con una infidelidad. Pero entonces toca valorar que tan efectivo es este modelo de relación. El amor se termina. Las relaciones también. Ya ven Brad Pitt y Angelina Jolie, todo se acabó.
La fidelidad es un pinche invento del capitalismo y la Iglesia, con toda la intención de ‘aprisionar’ los deseos sexuales de las mujeres, porque a ellas no se les permite ser infieles. Pero además de agruparnos de dos en dos, comprarnos casa, comprarnos carro, reproducirnos y pasar el resto de nuestra vida al servicio del capitalismo para alimentar a nuestros críos. Todos los que se salen de este molde, incluyéndome, somos fracasados.
Aquí siempre que seamos mujeres, somos zorras, dejemos de ‘denigrarnos’ entre nosotras porque además ¡NADIE SE ROBA UN MARIDO, ELLOS SE VAN PORQUE QUIEREN, NADIE LE PERTENECE A NADIE!