Datos de Ipas revelan que entre 2006 y 2017 alrededor de 16 mil 400 niñas menores de 14 años habían resultado embarazadas producto de una violación. El Instituto de Medicina Legal (IML) indica que en el año 2016 el 47.5% de los casos atendido por violencia sexual correspondían a niñas menores de 13 años.
Cada año en nuestro país 35 mil adolescentes entre 16 y 19 años tienen a su primer hijo. Tres de cada diez se han convertido en madres de al menos un hijo antes de cumplir los 18 años, según el estudio Contar lo Invisible de Plan Internacional. Mientras una investigación realizada con adolescentes rurales (PATH, 2012) reveló a la violencia sexual como un factor de riesgo significativo de embarazo entre los 10 y los 16 años.
A las dimensiones del problema de la violencia sexual hacia niñas y adolescentes, se suma la impunidad que encuentran en su proceso de búsqueda de justicia aun cuando el Código de la Niñez y la Adolescencia, y el Código Penal, establezcan este delito y sus penas.
Nicaragua no sólo no cuenta con un sistema judicial efectivo que proteger a las niñas, sino que también se encargó de castigarlas al obligarlas a convertirse en madres luego que en 2006 Nicaragua penalizara el aborto terapéutico. El artículo 162 del Código Penal establece penas de uno hasta 10 años en diferentes circunstancias.
La evidencia también señala que las adolescentes y niñas sobrevivientes de violación enfrentan el embarazo en una realidad marcada por el estigma y discriminación expresado en críticas y regaños, no sólo por parte de la familia, sino por la comunidad y las instituciones. El Estado no ha impulsado políticas que promuevan y garanticen la protección de las niñas tras haber sufrido una vejación traumática de su integridad física y moral.
El panorama es desolador. Las cifras continúan aumentando. Los delitos quedan en la impunidad y las niñas son obligadas a convertirse en madres en un país dónde no tienen acceso al aborto, pero tampoco a información para evitar un embarazo, ellas se convierten en víctimas por partida doble.
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